La razón más común que nos encontramos es la misma para ambos casos: La necesidad. ( o la falta de ella )
El catalizador de la certificación en seguridad alimentaria es la distribución, no el consumidor.
Si una gran superficie de venta en España, Alemania, o en Holanda te pide la certificación para comprarte pues haces números y te certificas.
Es también cierto que aún cuando el proceso de certificación ( implantación – certificación – mantenimiento ) en la mayoría de los casos no supone un coste externo significativo, sí obliga a toda la empresa a gestionar el día a día de manera muy diferente en algunos casos, lo que en la práctica supone mucha dificultad operativa y provoca que algunas empresas decidan no ir a certificación de manera rápida y urgente, con buen criterio en mi opinión.
Para el negocio a veces es mejor ir a certificar cuando te sientas preparado, que obtener la certificación y perderla más adelante.
Siempre es más fácil certificar a empresas que tengan ya implantado algún sistema de gestión, como la ISO 9. 001 o la 14.001, o incluso la IS0 22000, en la que podemos pensar como un sistema de gestión segúnl a ISO 9001 , más un appcc.
Nosotros podemos implantar también estos sistemas, mas sencillos y bastante más económico como paso inicial hacia una IFS , que es el final del camino. No quiero dejar de mencionar que hay un paso intermedio en IFS global : La IFS Global Markets, que tiene menos exigencias.